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Accidentes en menores durante las vacaciones

Los accidentes de cualquier tipo que pueden sufrir los menores representan potenciales y serios riesgos para la salud de los mismos, en especial en vacaciones, donde se encuentran en un medio diferente al habitual, y por lo tanto más expuestos a nuevos peligros, que pueden derivar en daños transitorios o permanentes, incluso la muerte.

Es importante que los padres puedan reconocer ciertas circunstancias en las cuales deben estar más alertas, o advertir a los menores sobre ciertos riesgos y las precauciones a adoptar.

Por ser todos temas muy extensos haremos un comentario de los más importantes y frecuentes, a partir del cual podrá el lector buscar más información de aquellos tópicos sobre los que quiera profundizar.

Cuidado del pasajero menor en el automóvil:

Los daños por accidentes dentro de vehículos motorizados son el mayor problema de salud pública respecto al cuidado de los menores hoy en día.

Es la primera causa de muerte de menores en Argentina y EE.UU. 4 de cada 10 muertes de adolescentes es por accidentes de vehículos motorizados.

Asegúrese de cumplir con las medidas de seguridad del pasajero menor, según la edad y el peso que éste presente, y de acondicionar para su transporte con sillas pertinentes, ocupando los asientos traseros y sujetados con el cinturón de seguridad. Para mayor información consultar Tema Médico N° 46.

Vehículos para diversión:

Un capítulo especial, por el incremento en la frecuencia de casos denunciados de accidentes graves, es el de los vehículos motorizados para diversión, en especial triciclos y cuatriciclos, que producen daños cervicales y cerebrales graves, fracturas de huesos largos, etc.

La causa más frecuente es el vuelco en zonas de playas, médanos o barrancas, que atrapan al pasajero bajo el vehículo cuyo peso considerable puede provocar la lesión o la muerte.

Es recomendable el uso de estos vehículos conducido por un mayor, no permitir la utilización en menores, respetar las normas básicas de conducción y normas de tránsito, evitar acrobacias y usar siempre elementos de protección (cascos, etc.) para minimizar los eventuales daños.

Accidentes relacionados con el agua:

La muerte por ahogo en inmersiones, es la segunda causa entre los menores de 14 años. El 80 % de los pacientes con este tipo de accidentes son masculinos. Antes del año se producen en bañaderas y entre los 2 y los 4 años en las piletas de natación. En vacaciones aumenta el riesgo en ríos, mar, lagunas, lagos y por los viajes realizados en barcos.

El antecedente de ingestión de alcohol esta relacionado con el 25% de las muertes en adolescentes ahogados.

Es importante aconsejar a los menores sobre la precaución de nadar en grupos y con mayores, no sobreestimar la capacidad de nado, usar chalecos salvavidas si viajan en barcos o botes, aunque sepan nadar, o al estar cerca del agua.

No obstante es necesario el control permanente de los mayores, aunque estén con elementos de flotabilidad, pues el 10% de las muertes por inmersión ocurren aún con el salvavidas puesto.

Todas la piletas de natación domiciliarias deben contar con cerco perimetral para impedir el libre acceso de los niños.

Envenenamiento:

Ocupa el segundo lugar en menores en forma no intencional, luego de los accidentes de tránsito. Un veneno puede ser injerido (alimento contaminado, sobredosis de medicación por exposición de los mismos al alcance de los niños), inhalado (gases tóxicos, solventes, plaguicidas), absorbido por la piel (plaguicidas), o inyectado (drogas o picaduras/mordeduras).

El envenenamiento puede ser accidental o provocado. Los menores de 6 años, están más expuestos a envenenamientos no intencionales, mientras que los adolescentes están expuestos a envenenamientos e intoxicaciones intencionales en mayor grado y no intencionales.

En época de vacaciones es frecuente que los menores se enfrenten a diferentes animales y sustancias que no están dentro del entorno habitual, por lo que se debe estar informado de su existencia antes de llegar al lugar de veraneo.

Se debe advertir al menor sobre evitar contactos con animales venenosos como víboras (en malezas), arañas o escorpiones (en la casa o bajo las piedras), aguas vivas u otros animales venenosos. Tener presente que las estadísticas por picaduras de animales ponzoñosos están en aumento.

A los adolescentes se los debe advertir sobre los graves riesgos y la necesidad de evitar sustancias tóxicas como alcohol, drogas, u otros excitantes o energizantes que pueden consumir en sus salidas nocturnas.

Estas pueden acarrear serios riesgos neurológicos (delirio, coma), hepáticos (hepatitis tóxica), y cardiovasculares (insuficiencia cardíaca aguda tóxica por alcohol, o “corazón festivo”), que son motivo frecuente de internaciones en terapia intensiva y en ocasiones llegar a ser mortales.

El riesgo de intoxicación se triplica si se consumen las denominadas bebidas blancas, y se agrava si se mezclan diferentes tóxicos como alcohol, excitantes, fármacos o drogas. El riesgo de violaciones y peleas aumenta con estas prácticas.

En período de vacaciones es frecuente la automedicación, por dolores, por quemaduras solares, o por estar lejos de la consulta al médico de cabecera, constituyéndose en causa frecuente de intoxicación por sobredosis.

Por lo tanto debe evitarse la ingesta de fármacos sin consulta previa y control posterior realizado por un médico.

Maltrato de menores:

Cada año cientos de miles de menores sufren abuso o agresiones. En la mayoría de los casos el abusador es un conocido (padres, familiares, cuidadores, o niñeras).

Los que superan este tipo de violencia están relacionados a un mayor riesgo de tabaquismo, alcoholismo, abuso de drogas, depresión, suicidios y otras condiciones negativas de su salud. En período de vacaciones se produce el contacto con personas nuevas, que deben ser controladas para evitar maltrato y abuso.

También se incrementa el riesgo en adolescentes de peleas o ataques callejeros nocturnos, intentos de robo o peleas con personal de vigilancia de los salones de baile, todo lo cual aumenta la frecuencia de traumatismos externos e internos, en especial traumatismos de cráneo y heridas de armas blancas o de fuego.

Accidentes en los Juegos:

Cada año se atienden en las salas de guardia médica miles de casos de accidentes en los juegos de plazas y jardines. El 75 % de los accidente no mortales ocurre en los lugares públicos, en general en los toboganes y trepadoras, y el 70% de los mortales ocurre en los domicilios, en las hamacas, de los cuales el 80% es por ahorcamiento y el 20 % restante por caídas graves al piso. Entre los 5 y 9 años es mayor el riesgo.

En período de vacaciones se agrega el peligro de traumatismo por juegos de playa, siendo los más frecuentes los relacionados con cabalgatas o transporte del niño en bicicletas en forma inadecuada. Se recomienda tomar medidas de seguridad en juegos extremos, y acompañar al menor en los juegos de la casa o de lugares públicos y excursiones, para instruirlo en evitar maniobras riesgosas.

Lesiones relacionadas con el fuego en la casa:

Cuatro de cada cinco quemaduras por fuego ocurren en la casa. Los niños menores de 4 años son los de mayor riesgo de accidentes y muerte por fuego domiciliario.

En período de vacaciones aumenta la exposición al fuego por residir en casas desconocidas, y por aumentar el contacto con chimeneas, parrillas y fogones.

Lesiones causadas por electricidad:

Seguramente en su domicilio habitual, todos los artefactos eléctricos se encuentran en adecuado funcionamiento y bajo control, los tomacorrientes se encuentran obturados y dispone de disyuntores eléctricos.

Durante las vacaciones no todas las residencias reúnen estas medidas de seguridad, téngalas siempre presentes y de no existir, aumente los cuidados para evitar accidentes.

Aberturas y balcones

No permita el acceso y permanencia de los menores en balcones no protegidos. Si los ventanales carecen de protección, retire muebles debajo de los mismos que posibiliten a los niños su utilización para asomarse.

Mantenga los ventanales cerrados en la habitación de juegos y en todas en las que usted no se encuentre presente.

Educar, acompañar y supervisar las actividades de los niños no solo en vacaciones es responsabilidad de los mayores. Todos los lugares en los que se encuentran, deben ser acondicionados o relevados con anterioridad a efectos de minimizar y evitar accidentes.